21. animaba a cada uno de ellos en el idioma de sus padres. Estimulando con ardor varonil sus reflexiones de mujer, les decía:





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina