Carta a los Colosenses, 4

2. Sean constantes en la oración; quédense velando para dar gracias;

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El Capítulo 4 de Colosenses contiene las instrucciones finales de Paul sobre coloses y saludos a varias personas. Pablo insta a los colosenses a ser sabios para tratar con los no cristianos, a aprovechar todas las oportunidades de testimonio y a rezar para que Dios abra puertas a la predicación del evangelio. También envía saludos personales a varios empleados y le pide a la carta que se lea en la Iglesia de Laodicea. Después de cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Colosenses 4:

1 Tesalonicenses 5:17: "Ore sin cesar". Este versículo enfatiza la importancia de la oración, un tema que también se aborda en Colosenses 4.

2 Corintios 5:20: "para que seamos embajadores de Cristo, como si Dios rezara por nosotros. Este versículo destaca la misión de testigos y reconciliación que tienen los cristianos, un tema que también se enfatiza en Colosenses 4.

Efesios 6:18-20: "Ore en el Espíritu en todas las ocasiones, con toda oración y súplica; teniendo en cuenta, esté alerta y persevere en oración por todos los santos. Ore por mí también, que cuando hablo, se les da El mensaje para que sea conocido sin miedo el misterio del Evangelio, por el cual soy un embajador arrestado en cadenas. Ore para que, permaneciendo en él, pueda hablar sin miedo ". Este versículo destaca la importancia de la oración, la perseverancia y el coraje en la predicación del evangelio, temas que también se enfatizan en Colosenses 4.

Romanos 12:11: "No sea negligente en la devoción, sea ferviente en el Espíritu, sirva al Señor de alegría". Este versículo destaca la importancia de la devoción, la alegría y el fervor espiritual, los temas que también se enfatizan en Colosenses 4.

1 Pedro 3:15: "Más bien, Cristo sanifica como Señor en tu corazón. Siempre prepárate para responder a cualquiera que te pida la razón de la esperanza en ti". Este versículo destaca la importancia de estar preparado para testificar para la fe y santificar a Cristo en nuestros corazones, temas que también se enfatizan en Colosenses 4.