Eclesiastés (Qohelet), 10
11. Pero tal vez la serpiente no se deja encantar y muerde: en ese caso el encantador no habrá ganado nada.
11. Pero tal vez la serpiente no se deja encantar y muerde: en ese caso el encantador no habrá ganado nada.
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina