Salmos, 141

3. Pon, Señor, una guardia ante mi boca y vigila la puerta de mis labios.

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El Salmo 141 es una oración que requiere protección divina contra la tentación y el mal, pidiéndole a Dios que mantenga nuestra boca y nuestro corazón de malas palabras y pensamientos. El tema principal es la búsqueda de santidad y justicia, a través del reconocimiento de nuestra debilidad y la dependencia de la gracia divina. A continuación hay cinco versos relacionados con estos temas:

Proverbios 4:23: "Sobre todo lo que debe mantenerse, mantén el corazón, porque las fuentes de vida proceden de ella". Este versículo habla de la importancia de mantener el corazón, un tema central para el Salmo 141 en los versos que le piden a Dios que mantenga nuestra boca y nuestro corazón de malos pensamientos.

Santiago 4:7-8: "Por lo tanto, se someten a Dios. Resisten al diablo, y él huirá de ti. Se acercan a Dios, y él se acercará a ti. Pecadores, limpia tus manos y tú que tienen la mente dividida , purifica el corazón ". Este versículo habla de la necesidad de resistir el mal y acercarse a Dios, un tema presente en el Salmo 141 en los versos que le piden a Dios que no caiga en la tentación y se deshace del mal.

Mateo 26:41: "Mira y reza para que no caigan en la tentación. El Espíritu está listo, pero la carne es débil". Este versículo habla de la necesidad de mirar y rezar para no caer en la tentación, un tema central para el Salmo 141 en los versos que piden a Dios que no caiga en la trampa de los malvados.

Salmo 19:14: "¡Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean agradables para ti, Señor, mi roca y mi resciador!" Este versículo habla de la importancia de controlar nuestras palabras y pensamientos, un tema central para el Salmo 141 en los versos que le piden a Dios que mantenga nuestra boca y nuestro corazón de malas palabras y pensamientos.

2 Timothy 2:22: "igualmente escapa de las pasiones de la juventud. Siguiendo la justicia, la fe, el amor y la paz con aquellos que, con el corazón puro, invocan al Señor". Este versículo habla de la importancia de buscar santidad y justicia, un tema central para el Salmo 141 en los versos que le piden a Dios que mantenga nuestra boca y nuestro corazón de malas palabras y pensamientos.