Znaleziono 108 Wyniki dla: Beber

  • Impusiste a tu pueblo duras pruebas, nos diste a beber vino embriagante. (Salmos 60, 5)

  • Partió en medio las rocas del desierto y les dio de beber agua a torrentes. (Salmos 78, 15)

  • Dio de beber a la garganta seca y los hambrientos los colmó de bienes. (Salmos 107, 9)

  • Le envió vajilla de oro y un servicio de mesa, autorizándolo a beber en copas de oro, a vestirse de rojo púrpura y llevar el broche de oro. (1 Macabeos 11, 58)

  • pasa igual que para quien toma vino: no vale nada beber vino puro o sólo agua, sino que todo el placer y el contento del que bebe depende del arte con que se mezcló el vino con agua. Esta será mi última palabra. (2 Macabeos 15, 39)

  • "¡Vengan a comer mi pan y a beber mi vino que he preparado!" (Proverbios 9, 5)

  • Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Así amontonarás brasas sobre su cabeza y Yavé te lo recompensará. (Proverbios 25, 21)

  • Lo único que el hombre puede esperar es comer, beber y pasarlo bien. Pero he visto que también en eso está la mano de Dios. (Eclesiastés (Qohelet) 2, 24)

  • Pues ¿quién puede comer o beber si no es gracias a él? Dios da a quien quiere la sabiduría, la ciencia y la alegría; el pecador tendrá la carga de amontonar y de enriquecerse para que todo pase a manos del que agrada a Dios. También allí habrá decepción: se habrá corrido tras el viento. (Eclesiastés (Qohelet) 2, 25)

  • Si uno puede comer y beber, si encuentra la felicidad en su trabajo, eso es un don de Dios. (Eclesiastés (Qohelet) 3, 13)

  • Esto es lo que veo: todo lo que uno puede esperar es comer y beber, y gozar el bienestar mientras trabaja bajo el sol durante los contados días de su vida, tales como Dios se los concedió: esa es su parte. (Eclesiastés (Qohelet) 5, 17)

  • ¡Viva la alegría!, pues la única felicidad para el hombre bajo el sol es comer y beber y regocijarse: esto le toca por su trabajo a lo largo de los contados días que Dios le concedió vivir bajo el sol. (Eclesiastés (Qohelet) 8, 15)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina