Znaleziono 1502 Wyniki dla: Casa de Obed-Edom

  • Llegados a Roma, el capitán entregó los presos al gobernador militar, pero dio permiso a Pablo para alojarse en una casa particular con un soldado que lo vigilara. (Hecho de los Apóstoles 28, 16)

  • Saluden también a la Iglesia que se reúne en su casa. Saluden a mi querido Epéneto, el primer convertido cristiano en la provincia de Asia. (Carta a los Romanos 16, 5)

  • Los saluda Gayo, que me ha dado alojamiento y que presta también su casa para las reuniones de la Iglesia. (Carta a los Romanos 16, 23)

  • Personas de la casa de Cloe me han hablado de que hay rivalidades entre ustedes. Puedo usar esta palabra, ya que uno dice: «Yo soy de Pablo», y otro: (1º Carta a los Corintios 1, 11)

  • Si te casas, no cometes pecado, y tampoco comete pecado la joven que se casa. Pero la condición humana les traerá conflictos que yo no quisiera para ustedes. (1º Carta a los Corintios 7, 28)

  • Así, pues, el que se casa con la joven que mantenía virgen obra bien, y el que no se casa obra mejor. (1º Carta a los Corintios 7, 38)

  • y si alguien tiene hambre, que coma en su casa. Pero no se reúnan para ponerse en mala situación. Lo demás ya lo dispondré cuando vaya. (1º Carta a los Corintios 11, 34)

  • y si desean saber más, que se lo pregunten en casa a su marido. Es feo que la mujer hable en la asamblea. (1º Carta a los Corintios 14, 35)

  • Los saludan las Iglesias de Asia. Aquila y Prisca los saludan en el Señor, junto con la Iglesia que se reúne en su casa. (1º Carta a los Corintios 16, 19)

  • Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos. (2º Carta a los Corintios 5, 1)

  • Eso mismo nos mantiene inquietos y anhelamos el día en que nos pongan esa casa celestial por encima de la actual, (2º Carta a los Corintios 5, 2)

  • Pero al final, sea que conservemos esta casa o la perdamos, lo que nos importa es agradar al Señor. (2º Carta a los Corintios 5, 9)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina