Znaleziono 317 Wyniki dla: Habitantes
Por eso todo el país está de duelo y están deprimidos sus habitantes. Y desaparecen hasta los animales salvajes, las aves del cielo y los peces del mar. (Oseas 4, 3)
Los habitantes de Samaria se lamentan por su ternero de Betavén; su pueblo hace duelo por el ternero, y los sacerdotes lloran a su glorioso ídolo; (Oseas 10, 5)
Samaria recibirá su castigo por haberse rebelado contra Yavé: sus habitantes serán acuchillados, sus niños serán pisoteados y les abrirán el vientre a sus mujeres embarazadas. (Oseas 14, 1)
¡Oigan esto, ancianos!, escuchen todos los habitantes del país: ¿Ha sucedido algo semejante en sus tiempos, en tiempos de sus padres? (Joel 1, 2)
¡Toquen la trompeta en Sión! Den la alarma en mi monte santo. ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque está cerca el día de Yavé: ¡Ahí viene! (Joel 2, 1)
Juro por mí mismo, dice el Señor Yavé, el Dios de los Ejércitos: Yo aborrezco el lujo insolente de Jacob y detesto sus palacios; por eso entregaré en manos del enemigo la ciudad con todos sus habitantes. (Amós 6, 8)
Por eso la tierra ha temblado y están de duelo sus habitantes, el suelo sube y baja como aumentan y bajan las aguas del Nilo. (Amós 8, 8)
Yavé Sabaot es el Señor, si él toca la tierra, ésta se estremece, y se desmayan todos sus habitantes; se levanta entera, como el Nilo y, vueve a encogerse como el río de Egipto. (Amós 9, 5)
Los habitantes del Negueb heredarán los cerros de Esaú; los de la tierra baja, el país de los filisteos; heredarán del territorio de Efraím y los campos de Samaria, y los de Benjamín heredarán Galaad. (Abdías 1, 19)
En esta ciudad los ricos se enriquecen en base a crímenes, y los habitantes se han acostumbrado a mentir. (Miqueas 6, 12)
Tú observas los decretos de Omri y todas las normas de la familia de Ajab, pero si tú sigues sus ejemplos, yo te pondré de ejemplo terrible, para que se burlen de tus habitantes y para que seas despreciada por todo el mundo. (Miqueas 6, 16)
Los creyentes han desaparecido del país, y entre sus habitantes no se encuentra ni siquiera un hombre justo. (Miqueas 7, 2)