Znaleziono 157 Wyniki dla: gracia divina

  • Habiendo sido reformados por gracia, esperamos ahora nuestra herencia, la vida eterna. (Carta a Tito 3, 7)

  • Te saludan todos los que están conmigo. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos ustedes. (Carta a Tito 3, 15)

  • Tengan gracia y paz de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús el Señor. (Carta a Filemon 1, 3)

  • Que la gracia de Cristo Jesús, el Señor, esté con ustedes. Amén. (Carta a Filemon 1, 25)

  • pero el texto dice: por un momento lo hiciste más bajo que los ángeles. Esto se refiere a Jesús, que, como precio de su muerte dolorosa, ha sido coronado de gloria y honor. Fue una gracia de Dios que experimentara la muerte por todos. (Carta a los Hebreos 2, 9)

  • Por lo tanto, acerquémonos con plena confianza al Dios de bondad, a fin de obtener misericordia y hallar la gracia del auxilio oportuno. (Carta a los Hebreos 4, 16)

  • Cuídense, no sea que alguno de ustedes pierda la gracia de Dios y alguna raíz amarga produzca brotes, perjudicando a muchos. (Carta a los Hebreos 12, 15)

  • Por eso, si hemos recibido el reino que no se puede conmover, conservemos esta gracia y sirvamos a Dios cómo él desea, con amor y de verdad, (Carta a los Hebreos 12, 28)

  • No se dejen engañar por las novedades y las doctrinas extrañas a la fe. La gracia de Dios es un buen medio para fortalecer la vida interior; no cuenten con otros alimentos de los que nadie sacó provecho. (Carta a los Hebreos 13, 9)

  • La gracia sea con todos ustedes. (Carta a los Hebreos 13, 25)

  • Se levanta el sol y empieza el calor, seca la hierba y marchita la flor, y pierde toda su gracia. Así también el rico verá decaer sus negocios. (Carta de Santiago 1, 11)

  • a los elegidos, a quienes Dios Padre conoció de antemano y santificó por el Espíritu para acoger la fe y ser purificados por la sangre de Cristo Jesús: ¡Que la gracia y la paz abunden entre ustedes! (1º Carta de Pedro 1, 2)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina