Znaleziono 242 Wyniki dla: orden divina

  • Era el día sábado. Les hablaron así: «¡Basta ya! Salgan y obedezcan la orden del rey, si quieren salvar sus vidas.» (1 Macabeos 2, 33)

  • Ellos respondieron: «No saldremos y no obedeceremos la orden del rey de violar el día sábado.» (1 Macabeos 2, 34)

  • Judas y sus hermanos vieron que se agravaba la situación y que las tropas acampaban en su territorio. Cuando supieron la orden dada por el rey de destruir y aplastar al pueblo, (1 Macabeos 3, 42)

  • y les dio esta orden: «Quédense al frente del pueblo, pero no ataquen a los paganos hasta que hayamos regresado.» (1 Macabeos 5, 19)

  • Una caballería de quinientos hombres escogidos precedía cada elefante y lo acompañaba con orden de no apartarse de él. (1 Macabeos 6, 36)

  • Una parte del ejército del rey se desplegó por los cerros y otra en el llano. Todos iban con paso seguro y en buen orden. (1 Macabeos 6, 40)

  • Han creado un senado donde diariamente deliberan trescientos veinte hombres. Estos se preocupan del bien del pueblo y del mantenimiento del orden. (1 Macabeos 8, 15)

  • Mandó también otros a Gazer con la orden de matar a Juan, y solicitó por carta de los comandantes de las tropas judías que vinieran donde él, prometiéndoles plata, oro y regalos. (1 Macabeos 16, 19)

  • Cumplida la orden y pasado algún tiempo, el sol, que antes estaba nublado, volvió a brillar y se encendió una llama tan grande que todos quedaron maravillados. (2 Macabeos 1, 22)

  • A consecuencia de la intervención divina se quedó mudo y no tenía esperanza de salvar su vida. (2 Macabeos 3, 29)

  • y tú, que has sido azotado por orden del Cielo, haz saber a todos la grandeza del poder de Dios.» Dicho esto, desaparecieron. (2 Macabeos 3, 34)

  • Inmediatamente, partió el rey para restablecer el orden, dejando en su lugar a Andrónico, uno de sus ministros. (2 Macabeos 4, 31)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina