Znaleziono 242 Wyniki dla: orden divina

  • pues el orden de la Justicia está más allá de la muerte. (Sabiduría 1, 15)

  • Sí, la sabiduría se extiende de un extremo al otro de la tierra, y en todas partes pone orden. (Sabiduría 8, 1)

  • De igual modo se veneran estatuas por orden de los príncipes. Aquellos de sus súbditos que no podían honrarlos personalmente porque vivían lejos, quisieron tener su retrato. Mediante esa imagen podrían venerar al rey como si estuviera presente. (Sabiduría 14, 17)

  • Tus santos hijos, la raza de los buenos, ofrecieron pues en secreto el sacrificio y se comprometieron a observar esa ley divina: el pueblo seguiría siendo solidario tanto en los éxitos como en los peligros; después de lo cual entonaron los cantos de sus padres. (Sabiduría 18, 9)

  • A una orden tuya, toda la creación, con sus propiedades naturales, se renovó desde arriba para proteger a tus hijos. (Sabiduría 19, 6)

  • Entonces el Creador del universo me dio una orden, el que me creó me indicó dónde levantar mi tienda. Me dijo: "¡Instálala en Jacob, que Israel sea tu propiedad!" (Sirácides (Eclesiástico) 24, 8)

  • El hombre inteligente pone su confianza en la Ley; para él la Ley es digna de fe como una respuesta divina. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 3)

  • ¿No fue a una orden suya que el sol se detuvo y que un día duró tanto como dos? (Sirácides (Eclesiástico) 46, 4)

  • Yavé extendió su mano sobre el mar para derribar a grandes potencias; él dio una orden referente a Canaán: Sus fortalezas serán destruidas. (Isaías 23, 11)

  • Pues, por orden de Yavé, Asur será maltratado a palos y castigado. (Isaías 30, 31)

  • Todo el mundo guardó silencio y nadie le respondió, pues ésa era la orden del rey: «No le respondan a nada.» (Isaías 36, 21)

  • En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. El profeta Isaías, hijo de Amós, vino a decirle de parte de Yavé: «Esto te dice Yavé: Pon en orden las cosas de tu familia, porque vas a morir y no sanarás.» (Isaías 38, 1)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina