Znaleziono 138 Wyniki dla: victoria de Jericó

  • crecí como una palmera en Engadí y como los rosales en Jericó; como un hermoso olivo en el valle, como un hermosos olivo en el valle, y como un plátano, me elevé hacia lo alto. (Eclesiástico 24, 14)

  • Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. (Isaías 40, 10)

  • ¿Quién suscitó desde el Oriente a aquel a quien la victoria le sale al paso? ¿Quién le entrega las naciones y le somete a los reyes? Su espada los reduce a polvo, su arco, a paja que se avienta. (Isaías 41, 2)

  • Ninguna herramienta forjada contra ti resultará eficaz, y tú desmentirás a toda lengua que se alce para juzgarte. Esta es la herencia de los servidores del Señor, esta es la victoria que yo les aseguro -oráculo del Señor-. (Isaías 54, 17)

  • Esto es lo que el Señor hace oír hasta el extremo de la tierra: "Digan a la hija de Sión: Ahí llega tu Salvador; el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. (Isaías 62, 11)

  • Las tropas de los caldeos los persiguieron, y alcanzaron a Sedecías en las estepas de Jericó. Lo apresaron y lo hicieron subir a Riblá, en el país de Jamat, ante Nabucodonosor, rey de Babilonia, y este dictó sentencia contra él. (Jeremías 39, 5)

  • Las tropas de los caldeos persiguieron al rey, y alcanzaron a Sedecías en las estepas de Jericó, donde se desbandó todo su ejército, dejándolo solo. (Jeremías 52, 8)

  • Cuando salieron de Jericó, mucha gente siguió a Jesús. (Mateo 20, 29)

  • Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino. (Marcos 10, 46)

  • Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. (Lucas 10, 30)

  • Cuando se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. (Lucas 18, 35)

  • Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. (Lucas 19, 1)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina