Znaleziono 552 Wyniki dla: cielo
escucha tú en el cielo, perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enséñales el buen camino por donde deben andar y manda la lluvia sobre la tierra que le diste en heredad. (II Crónicas 6, 27)
escucha tú en el cielo, el lugar de tu morada, y perdona; da a cada uno según su conducta, pues sólo tú conoces el corazón de todos los hombres; (II Crónicas 6, 30)
escúchalo tú en el cielo, lugar de tu morada, y haz todo lo que ese extranjero te haya pedido, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, te teman como tu pueblo Israel y reconozcan que tu nombre es invocado en el templo que yo he construido. (II Crónicas 6, 33)
escucha tú en el cielo su oración y súplica y hazles justicia. (II Crónicas 6, 35)
escucha tú en el cielo, lugar de tu morada, su oración y súplica, hazles justicia y perdona a tu pueblo los pecados cometidos contra ti. (II Crónicas 6, 39)
Cuando Salomón terminó su oración, bajó fuego del cielo, que consumió los holocaustos y las víctimas, y la gloria del Señor llenó el templo, (II Crónicas 7, 1)
Cuando yo cierre el cielo y no haya lluvia, cuando ordene a la langosta devorar la tierra, cuando envíe la peste sobre mi pueblo, (II Crónicas 7, 13)
si este mi pueblo, el pueblo que lleva mi nombre, se humilla, reza, busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos, yo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra. (II Crónicas 7, 14)
Miqueas replicó: "Escuchad la palabra del Señor: He visto al Señor sentado en su trono y toda la corte del cielo alineada a su derecha y a su izquierda. (II Crónicas 18, 18)
Había allí un profeta del Señor, llamado Obed, que salió al encuentro del ejército que regresaba a Samaría, y les dijo: "El Señor, Dios de nuestros padres, en su ira contra los de Judá los ha entregado en vuestras manos; pero vosotros los habéis matado con furor tal, que ha subido hasta el cielo. (II Crónicas 28, 9)
Los sacerdotes y los levitas, de pie, dieron la bendición al pueblo. El Señor escuchó su voz, y su oración llegó hasta su santa morada en el cielo. (II Crónicas 30, 27)
El rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amós, oraron y clamaron al cielo. (II Crónicas 32, 20)