Znaleziono 1077 Wyniki dla: hombres

  • veis y oís que no sólo en Éfeso, sino en casi toda Asia, ese Pablo ha apartado y persuadido a mucha gente, diciendo que no son dioses los que han sido hechos con las manos de los hombres. (Hechos 19, 26)

  • Porque habéis traído a estos hombres, que no son ni sacrílegos ni blasfemadores de vuestra Diana. (Hechos 19, 37)

  • y que de entre vosotros mismos surgirán hombres que enseñarán doctrinas perversas con el fin de arrastrar a los discípulos en pos de sí. (Hechos 20, 30)

  • Haz lo que te vamos a decir. Hay entre nosotros cuatro hombres que han hecho un voto; (Hechos 21, 23)

  • Al día siguiente Pablo tomó consigo a los hombres, se purificó con ellos y entró en el templo para fijar la fecha en la que terminaban los días de la purificación y en la que sería presentada la ofrenda por cada uno de ellos. (Hechos 21, 26)

  • yo he perseguido a muerte este nuevo camino, encadenando y metiendo en la cárcel a hombres y a mujeres, (Hechos 22, 4)

  • porque serás su testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. (Hechos 22, 15)

  • Tú no lo creas, porque más de cuarenta hombres de entre ellos le van a tender una emboscada, y se han comprometido bajo juramento a no comer ni beber hasta que lo hayan matado; y ahora están preparados, esperando tan sólo tu respuesta". (Hechos 23, 21)

  • Por tanto, yo me esfuerzo por tener una conciencia intachable para con Dios y para con los hombres. (Hechos 24, 16)

  • La ira de Dios se manifiesta desde el cielo contra toda la impiedad e injusticia de los hombres que detienen la verdad con la injusticia; (Romanos 1, 18)

  • Por otra, también los hombres, dejando las relaciones naturales con la mujer, se entregaron a la homosexualidad, hombres con hombres, cometiendo acciones vergonzosas y recibiendo en su propio cuerpo el castigo merecido por su extravío. (Romanos 1, 27)

  • sino que es judío el que lo es en el interior, y la verdadera circuncisión es la del corazón, según el espíritu, no según la letra; cuya alabanza no viene de los hombres, sino de Dios. (Romanos 2, 29)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina