7. amando a quien te odia y odiando a quien te ama. Hoy has demostrado bien que nada te importan ni los jefes ni los soldados; porque bien sé que, si viviese Absalón y todos nosotros hubiésemos muerto, entonces estarías contento.





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina