1. Bajo el reinado de Asaradón volví a mi casa, y me devolvieron a mi mujer Ana y a mi hijo Tobías. En nuestra fiesta de pentecostés, que es la fiesta santa de las siete semanas, me prepararon un buen banquete, y yo me puse a comer.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina