1. Reina el Señor, vestido de grandeza, el Señor se revistió de poder, lo ciñó a su cintura, el mundo está ahora firme e inamovible.

2. Tu trono está erigido desde siempre, pues tú eres, Señor, desde la eternidad.

3. Los ríos levantan, Señor, los ríos levantan su voz, los ríos levantan su fragor.

4. Pero más que el fragor de las aguas, más grandioso que el oleaje de la mar es el Señor, grandioso en las alturas.

5. Nada hay más seguro que tus palabras, tu casa es el lugar de la santidad, oh Señor, día tras día y para siempre.





“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina