Encontrados 99 resultados para: Anda

  • David mandó decir a Tamar, que estaba en su departamento: «Anda a la casa de tu hermano Amnón, y prepárale algo de comer.» (2 Samuel 13, 7)

  • Entonces Joab dijo a un cusita: «Anda a comunicarle al rey lo que has visto.» El cusita se arrodilló ante Joab y fue corriendo. (2 Samuel 18, 21)

  • Ajimás prosiguió: «No importa. Déjame ir.» Joab le replicó: «Bueno, anda.» Ajimás corrió por el camino de la llanura y adelantó al cusita. (2 Samuel 18, 23)

  • Ese día, Gad fue a ver a David para decirle: «Anda al campo de Areuna, el jebuseo, y edifica allí un altar a Yavé.» David partió, obedeciendo la orden que le había dado Yavé por medio de Gad. (2 Samuel 24, 18)

  • Anda a ver al rey David y dile: Oiga, mi señor, ¿no le prometió usted a esta sirvienta suya que mi hijo Salomón iba a sucederle en el trono? ¿Cómo es, entonces, que Adonías dice que él es el rey? (1 Reyes 1, 13)

  • Le dijeron al rey Salomón: «Joab se ha refugiado en la Tienda de Yavé y está al lado del altar.» Salomón mandó decir a Joab: «¿Qué te sucede, que te refugias en el altar?» Y él respondió: «Tengo miedo del rey y me he refugiado junto a Yavé.» Salomón mandó a Banaías, hijo de Yoyada, con esta orden: «Anda y mátalo.» (1 Reyes 2, 29)

  • «Levántate, anda a Sarepta, pueblo que pertenece a los sidonios, y permanece allí, porque he ordenado a una viuda que te dé comida.» (1 Reyes 17, 9)

  • Yavé le dijo: «Vuelve por donde viniste atravesando el desierto y anda hasta Damasco. Tienes que establecer a Jazael como rey de Aram, (1 Reyes 19, 15)

  • Y el espíritu respondió: Iré y pondré la mentira en la boca de todos sus profetas. Y Yavé dijo: Tú lograrás engañarlo, anda y hazlo. (1 Reyes 22, 22)

  • Entonces ella se lo fue a decir al hombre de Dios. Este le dijo: «Anda a vender el aceite para pagar tus deudas y, con el dinero que sobre, podrás vivir tú y tus hijos.» (2 Reyes 4, 7)

  • Le dijo el rey de Aram: «Anda donde el profeta y además mandaré una carta al rey de Israel.» Naamán, pues, se fue tomando diez barras de oro, seis mil monedas de plata y diez vestiduras. (2 Reyes 5, 5)

  • Eliseo mandó un mensajero a decirle: «Anda al río Jordán y lávate siete veces, y tu carne se volverá como antes y serás purificado.» (2 Reyes 5, 10)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina