Encontrados 91 resultados para: Armas

  • Levantando sus ojos vieron, en medio de un rumor confuso, mucho equipaje; el esposo, sus amigos y hermanos avanzaban hacia ellos con tamboriles, instrumentos musicales y armas numerosas. (1 Macabeos 9, 39)

  • Demetrio, pues, autorizó a Jonatán para formar un ejército y para fabricar armas; lo llamó su aliado y ordenó que le entregaran los rehenes que estaban en la fortaleza de Jerusalén. (1 Macabeos 10, 6)

  • Arrojaron las armas e hicieron la paz. Con esto los judíos se merecieron la admiración del rey y se hicieron famosos en todo el reino, y volvieron a Jerusalén cargados de botín. (1 Macabeos 11, 51)

  • Con esto, Jonatán, a la caída del sol, mandó a su gente que durante toda la noche velasen con las armas en la mano, dispuestos a luchar, y puso centinelas alrededor del campamento. (1 Macabeos 12, 27)

  • las rodeó de grandes columnas y sobre las columnas hizo esculpir armas para que siempre se acordaran de ellos, y al lado de estas armas, naves esculpidas para que las vieran todos los marineros. (1 Macabeos 13, 29)

  • Entonces se levantó Simón para luchar por su nación. Hizo muchos gastos de sus propios bienes para procurar armas y dar un sueldo a los combatientes de su nación. (1 Macabeos 14, 32)

  • Acepto que Jerusalén y el Lugar Santo sean autónomos y que cuantas armas has fabricado, así como las fortalezas que has construido y ocupado, te pertenezcan. (1 Macabeos 15, 7)

  • Cuando Simón y sus hijos estuvieron ebrios, Tolomeo y sus ayudantes tomaron sus armas y se echaron sobre Simón en medio del banquete, matándole a él, a sus dos hijos y a algunos de sus servidores. (1 Macabeos 16, 16)

  • Cuando esos sucesos llegaron a noticia del rey, pensó que toda Judea se había sublevado. Se puso furioso y, saliendo de Egipto, vino a tomar Jerusalén por las armas. (2 Macabeos 5, 11)

  • «Ellos, les dijo, vienen confiados en sus armas y en su audacia, pero nosotros tenemos puesta nuestra confianza en Dios Todopoderoso, que puede exterminar con un solo gesto a todos los que nos invaden y aun al mundo entero.» (2 Macabeos 8, 18)

  • Recogidas las armas y los despojos del enemigo, celebraron el sábado en aquel día en que Dios empezaba a manifestarles su misericordia. (2 Macabeos 8, 27)

  • Las armas tomadas al enemigo se guardaron cuidadosamente en lugares seguros; el resto del botín lo llevaron a Jerusalén. (2 Macabeos 8, 31)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina