Encontrados 352 resultados para: desierto

  • Con riesgo de la vida trajimos nuestro pan, enfrentando los peligros del desierto. (Lamentaciones 5, 9)

  • Los abatiré completamente, convertiré su país en una soledad, en una ruina doquiera habiten, desde el desierto hasta Ribla. Entonces sabrán que soy Yavé. (Ezequiel 6, 14)

  • Las ciudades habitadas quedarán reducidas a escombros y el país se convertirá en un desierto; entonces sabrán que yo soy Yavé". (Ezequiel 12, 20)

  • Imagínate que en ese país suelto animales feroces para que quede sin hijos y se convierta en un desierto, el que nadie podrá atravesar por miedo a esas fieras salvajes. (Ezequiel 14, 15)

  • Por mi vida, dice Yavé, si esos tres hombres vivieran en este país, no podrían salvar ni a su hijo ni a su hija, pero ellos, sólo ellos, se salvarían mientras el país se convertiría en un desierto. (Ezequiel 14, 16)

  • Convertiré al país en un desierto porque fueron infieles -palabra de Yavé. (Ezequiel 15, 8)

  • Ahora está plantada en una tierra árida, en el desierto. (Ezequiel 19, 13)

  • Una vez que salieron de Egipto, los conduje al desierto. (Ezequiel 20, 10)

  • Pero el pueblo de Israel se rebeló contra mí en el desierto. No siguieron mis mandamientos, menospreciaron mis leyes, las que debe el hombre practicar para vivir, no tuvieron respeto alguno por mis sábados. Entonces pensé descargar mi cólera contra ellos y hacerlos desaparecer en el desierto. (Ezequiel 20, 13)

  • Una vez en el desierto, sin embargo, juré que no los llevaría al país que les había prometido, a ese país que mana leche y miel, el más bello de todos los países. (Ezequiel 20, 15)

  • Pero tuve para con ellos una mirada compasiva, no los destruí ni los exterminé en el desierto. (Ezequiel 20, 17)

  • Dije a sus hijos en el desierto: No sigan las huellas de sus padres, ni imiten su conducta, no se vuelvan impuros sirviendo a sus ídolos. (Ezequiel 20, 18)


“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina