Encontrados 352 resultados para: desierto

  • Pero los hijos se rebelaron contra mí, no siguieron mis mandamientos, no observaron mis leyes (esas leyes que el hombre debe poner en práctica para vivir) y no tuvieron respeto alguno por mis sábados. Pensé desencadenar mi cólera contra ellos, derramar mi furor sobre ellos en el desierto, (Ezequiel 20, 21)

  • Sin embargo, aún en el desierto, juré echarlos a las naciones y dispersarlos entre los países extranjeros. (Ezequiel 20, 23)

  • Los llevaré al desierto y allí los juzgaré cara a cara. (Ezequiel 20, 35)

  • Los juzgaré, dice Yavé, como juzgué a sus padres en el desierto de Egipto. (Ezequiel 20, 36)

  • Se oía el ruido como de una muchedumbre enfiestada a la que se habían juntado hombres venidos del desierto; estos colocaban brazaletes en las manos de las mujeres y espléndidas coronas en sus cabezas. (Ezequiel 23, 42)

  • Esto dice Yavé: Levantaré mi mano en contra de Edom y acabaré con hombres y animales; lo convertiré en un desierto: Desde Temán a Dedán caerán por la espada. (Ezequiel 25, 13)

  • El país de Egipto se convertirá en un desierto, en una ruina, y sabrán que yo soy Yavé. Tú dices: "El Nilo es mío, porque yo lo hice". (Ezequiel 29, 9)

  • Debido a esto me lanzo contra ti y tus canales; haré de Egipto un desierto, una desolación, desde Migdol hasta Siene y la frontera con Etiopía. (Ezequiel 29, 10)

  • El día en que transforme al país en una ruina y en un desierto, debido a todos los crímenes que cometieron, sabrán que yo soy Yavé". (Ezequiel 33, 29)

  • Firmaré con ellas una alianza de paz, haré que desaparezcan del país las fieras salvajes; mis ovejas podrán quedarse en el desierto y dormir en los bosques. (Ezequiel 34, 25)

  • de parte de Yavé: Aquí estoy para extender mi mano sobre ti, montaña de Seir, te convertiré en ruinas y en desierto. (Ezequiel 35, 3)

  • Tus ciudades serán arrasadas, te transformarás en un desierto y sabrás que yo soy Yavé. (Ezequiel 35, 4)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina