Encontrados 111 resultados para: Hablo

  • Abner habló también a los hombres de Benjamín, y luego fue a comunicarle personalmente a David, en Hebrón, lo que habían acordado Israel y toda la casa de Benjamín. (II Samuel 3, 19)

  • Entonces la mujer habló en estos términos: "Antes se solía decir: ‘Que se consulte a los de Abel, y asunto concluido’. (II Samuel 20, 18)

  • Enton-ces David convocó a los gabaonitas y les habló. Ellos no pertenecían a Israel, sino que eran un resto de los amorreos, con quienes los israelitas se habían comprometido mediante un juramento. Sin embargo, Saúl había intentado eliminarlos, en su celo por Israel y Judá. (II Samuel 21, 2)

  • y, siguiendo el consejo de los jóvenes, les habló así: "Mi padre les impuso un yugo pesado, y yo lo haré más pesado aún; mi padre los castigó con látigos, y yo usaré lonjas con puntas de hierro". (I Reyes 12, 14)

  • Después que lo enterraron, el profeta habló así a sus hijos: "Cuando yo muera, me enterrarán en la tumba donde ha sido sepultado el hombre de Dios; depositen mis huesos junto a los suyos, (I Reyes 13, 31)

  • Entonces el Señor habló por medio de sus servidores los profetas, en estos términos: (II Reyes 21, 10)

  • Le habló amigablemente y le asignó un sitial más elevado que el de los reyes que estaban con él en Babilonia. (II Reyes 25, 28)

  • Salomón habló a todo Israel, a los jefes de mil y de cien hombres, a los jueces y a todos los príncipes de todo Israel, o sea, a los jefes de familia. (II Crónicas 1, 2)

  • y, siguiendo el consejo de los jóvenes, les habló así: "Mi padre les impuso un yugo pesado, y yo lo haré más pesado aún; si él los castigó con látigos, yo usaré lonjas con puntas de hierro". (II Crónicas 10, 14)

  • Ezequías habló cordialmente a todos los levitas que se habían aplicado con tanto acierto al servicio del Señor. Y así continuaron la solemnidad durante siete días, ofreciendo los sacrificios de comunión y alabando al Señor, el Dios de sus padres. (II Crónicas 30, 22)

  • El señor habló a Manasés y a su pueblo, pero ellos no le prestaron atención. (II Crónicas 33, 10)

  • Al enterarse del plan, Mardoqueo informó a la reina Ester, y ella, a su vez, le habló al rey por encargo de Mardoqueo. (Ester 2, 22)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina