Encontrados 185 resultados para: llamado

  • Y como la casa de Saúl había tenido un servidor llamado Sibá, se lo presentaron a David. El rey le dijo: "¿Tú eres Sibá?". Él respondió: "Sí, para servirte". (II Samuel 9, 2)

  • El tenía un hijo pequeño, llamado Micá. Todos los que vivían en la casa de Sibá estaban al servicio de Meribaal, (II Samuel 9, 12)

  • Amnón tenía un amigo llamado Jonadab, hijo de Simeá, hermano de David. Este hombre era muy perspicaz, (II Samuel 13, 3)

  • Cuando el rey llegaba a Bajurím salió de allí un hombre del mismo clan que la casa de Saúl, llamado Simei, hijo de Guerá. Mientras salía, iba lanzando maldiciones, (II Samuel 16, 5)

  • Absalón había puesto al frente del ejército a Amasá, en lugar de Joab. Amasá era hijo de un hombre llamado Itrá, el ismaelita, que se había unido a Abigail, hija de Jesé y hermana de Seruiá, la madre de Joab. (II Samuel 17, 25)

  • Absalón se había erigido en vida una piedra conmemorativa, que está en el valle del Rey. Porque él decía: "Yo no tengo un hijo para perpetuar mi nombre". A esa estela la había llamado con su nombre, y se la llama "Monumento de Absalón" hasta el día de hoy. (II Samuel 18, 18)

  • Casualmente se encontraba allí un malvado llamado Seba, hijo de Bicrí, un benjaminita. Él tocó la trompeta y exclamó: (II Samuel 20, 1)

  • No se trata de eso; lo que pasa es que un hombre de la montaña de Efraím, llamado Seba, hijo de Bicrí, ha alzado su mano contra el rey David. Entréguenlo a él solo, y yo me retiraré de la ciudad". La mujer dijo a Joab: "En seguida te arrojarán su cabeza por encima del muro". (II Samuel 20, 21)

  • La hermana de Tajfenés le dio un hijo, llamado Guenubat, al que Tajfenés crió en la casa del Faraón. Así Guenubat permaneció en la casa del Faraón, entre los hijos de este. (I Reyes 11, 20)

  • Eliseo dijo a la madre del niño que él había hecho revivir: "Parte ahora mismo con toda tu familia, y emigra adonde puedas, porque el Señor ha llamado al hambre, y ya viene al país por siete años". (II Reyes 8, 1)

  • si mi pueblo, el que es llamado con mi Nombre, se humilla y suplica, si busca mi rostro y se convierte de sus malos caminos, yo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y haré que su país se restablezca. (II Crónicas 7, 14)

  • Había allí un profeta del Señor, llamado Obed. Él salió al encuentro del ejército que llegaba a Samaria y les dijo: "El Señor, el Dios de sus padres, se enfureció contra Judá y lo entregó en manos de ustedes. ¡Pero ustedes los han masacrado con una furia tal que clama al cielo! (II Crónicas 28, 9)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina