Encontrados 1130 resultados para: Hombres

  • Entonces los dos hombres volvieron a bajar del monte, pasaron el río y fueron donde Josué, hijo de Nun, a quien contaron todo lo que les había ocurrido. (Josué 2, 23)

  • Escoged, pues, doce hombres de las tribus de Israel, un hombre por cada tibu. (Josué 3, 12)

  • «Escoged doce hombres del pueblo, un hombre por cada tribu, (Josué 4, 2)

  • Llamó Josué a los doce hombres que había elegido entre los israelitas, uno por cada tribu, (Josué 4, 4)

  • Porque durante cuarenta años anduvieron los israelitas por el desierto, hasta que pereció toda la nación, los hombres salidos de Egipto útiles para la guerra. No obedecieron a la voz de Yahveh y Yahveh les juró que no les dejaría ver la tierra que había prometido a sus padres que nos daría, tierra que mana leche y miel. (Josué 5, 6)

  • todos los hombres de guerra, rodearéis la ciudad, (dando una vuelta alrededor. Así harás durante seis días. (Josué 6, 3)

  • Consagraron al anatema todo lo que había en la ciudad, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, bueyes, ovejas y asnos, a filo de espada. (Josué 6, 21)

  • Josué dijo a los dos hombres que habían explorado el país: «Entrad en la casa de la prostituta y haced salir de ella a esa mujer con todos los suyos, como se lo habéis jurado.» (Josué 6, 22)

  • Josué envió de Jericó a Ay, que está (junto a Bet Avén) al oriente de Betel, unos hombres, diciéndoles: «Subid a explorar el país.» Los hombres subieron y exploraron Ay. (Josué 7, 2)

  • Volvieron donde Josué y le dijeron: «Que no suba toda la gente; para atacar a Ay basta con que suban dos o 3.000 hombres. No molestes a toda la gente haciéndoles subir hasta allí, porque ellos son pocos.» (Josué 7, 3)

  • Subieron a Ay unos 3.000 hombres del pueblo, pero tuvieron que huir ante los hombres de Ay. (Josué 7, 4)

  • Los hombres de Ay les mataron como unos 36 hombres y los persiguieron más allá de la puerta hasta Sebarim, batiéndolos en la bajada. Entonces desfalleció el corazón del pueblo y se derritió como agua. (Josué 7, 5)


“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina