Encontrados 84 resultados para: lecho

  • - ¡Qué hermoso eres, amado mío, qué delicioso! Puro verdor es nuestro lecho. (Cantar 1, 16)

  • En mi lecho, por las noches, he buscado al amor de mi alma. Busquéle y no le hallé. (Cantar 3, 1)

  • Dichosa la estéril sin mancilla, la que no conoce lecho de pecado; tendrá su fruto en la visita de las almas. (Sabiduría 3, 13)

  • El hombre que su propio lecho viola y que dice para sí: «¿Quién me ve?; la oscuridad me envuelve, las paredes me encubren, nadie me ve, ¿qué he de temer?; el Altísimo no se acordará de mis pecados», (Eclesiástico 23, 18)

  • ¡Qué poco le basta a un hombre bien educado!, y luego en el lecho no resuella. (Eclesiástico 31, 19)

  • de intimidades con la criada - ¡no te acerques a su lecho! - (Eclesiástico 41, 24)

  • que hiciste caer a reyes en la ruina, y a hombres insignes fuera de su lecho; (Eclesiástico 48, 6)

  • Sobre montaña alta y empinada pusiste tu lecho. Hasta allí subiste a hacer el sacrificio. (Isaías 57, 7)

  • Detrás de la puerta y de la jamba pusiste tu memorial. Sí, te desnudaste, subiste, y no conmigo, a tu lecho, y lo extendiste. Llegaste a un acuerdo con aquellos con quienes te plugo acostarte, mirando el monumento. (Isaías 57, 8)

  • Los babilonios vinieron donde ella, a compartir el lecho de los amores y a contaminarla con su lascivia; y cuando se contaminó con ellos, su deseo se apartó de ellos. (Ezequiel 23, 17)

  • En medio de estas víctimas se le ha preparado un lecho, entre toda su multitud con sus sepulcros en torno a él; todos ellos incircuncisos, víctimas de la espada, por haber sembrado el pánico en la tierra de los vivos; soportan su ignominia con los que bajan a la fosa. Se les ha puesto en medio de estas víctimas. (Ezequiel 32, 25)

  • pero hay un Dios en el cielo, que revela los misterios y que ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que sucederá al fin de los días. Tu sueño y las visiones de tu cabeza cuando estabas en tu lecho eran éstos: (Daniel 2, 28)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina