Encontrados 60 resultados para: motivo

  • El motivo de nuestro orgullo es el testimonio de nuestra conciencia, de que nos hemos conducido en el mundo, y sobre todo respecto de vosotros, con la santidad y la sinceridad que vienen de Dios, y no con la sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios. (II Corintios 1, 12)

  • como ya nos habéis comprendido en parte, que somos nosotros el motivo de vuestro orgullo, lo mismo que vosotros seréis el nuestro en el Día de nuestro Señor Jesús. (II Corintios 1, 14)

  • Y si en algo me he gloriado de vosotros ante él, no he quedado avergonzado. Antes bien, así como os hemos dicho siempre la verdad, así también el motivo de nuestra gloria ante Tito ha resultado verdadero. (II Corintios 7, 14)

  • Así evitaremos todo motivo de reproche por esta abundante suma que administramos; (II Corintios 8, 20)

  • No obstante, os envío a los hermanos para que nuestro motivo de gloria respecto de vosotros no se desvanezca en este particular y estéis preparados como os decía. (II Corintios 9, 3)

  • Por este motivo tres veces rogué al Señor que se alejase de mí. (II Corintios 12, 8)

  • Examine cada cual su propia conducta y entonces tendrá en sí solo, y no en otros, motivo para glorificarse, (Gálatas 6, 4)

  • a fin de que tengáis por mi causa un nuevo motivo de orgullo en Cristo Jesús cuando yo vuelva a estar entre vosotros. (Filipenses 1, 26)

  • Quiero, pues, que las jóvenes se casen, que tengan hijos y que gobiernen la propia casa y no den al adversario ningún motivo de hablar mal; (I Timoteo 5, 14)

  • Por este motivo estoy soportando estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel Día. (II Timoteo 1, 12)

  • El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené. (Tito 1, 5)

  • a fin de que la calidad probada de vuestra fe, más preciosa que el oro perecedero que es probado por el fuego, se convierta en motivo de alabanza, de gloria y de honor, en la Revelación de Jesucristo. (I Pedro 1, 7)


“Seja paciente e espere com confiança o tempo do Senhor”. São Padre Pio de Pietrelcina