Encontrados 277 resultados para: Babilonia

  • En el año treinta y siete de la deportación de Jeconías, rey de Judá, el día veinticinco del duodécimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año de su subida al trono, indultó a Jeconías, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel. (Jeremías 52, 31)

  • Le habló amigablemente y le otorgó un trono más alto que el de los otros reyes que estaban con él en Babilonia; (Jeremías 52, 32)

  • Y el rey de Babilonia proveyó a su subsistencia cotidiana, mientras duró su vida, hasta el día de su muerte. (Jeremías 52, 34)

  • Éste es el texto del libro escrito por Baruc, hijo de Nerías, hijo de Majsías, hijo de Sedecías, hijo de Asadías, hijo de Jelcías, en Babilonia, (Baruc 1, 1)

  • ante los dignatarios, los familiares del rey, los ancianos; en una palabra, ante el pueblo entero, desde el más chico al más grande, de todos los que habitaban en Babilonia, a orillas del río Sud. (Baruc 1, 4)

  • después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se había llevado de Jerusalén a Jeconías, a los príncipes, a los rehenes, a los nobles y a los plebeyos, y los había deportado a Babilonia. (Baruc 1, 9)

  • Rogad por la vida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por la vida de su hijo Baltasar, para que sus días en la tierra sean como los del cielo. (Baruc 1, 11)

  • El Señor nos dé fuerzas e ilumine nuestros ojos para vivir a la sombra de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de su hijo Baltasar, sirviéndolos largo tiempo y gozando de su favor. (Baruc 1, 12)

  • "Esto dice el Señor: Doblegad vuestras espaldas, servid al rey de Babilonia y seguiréis viviendo en la tierra que yo di a vuestros padres. (Baruc 2, 21)

  • Pero si no escucháis la invitación del Señor a servir al rey de Babilonia, (Baruc 2, 22)

  • Pero nosotros no hicimos caso de tu invitación de servir al rey de Babilonia; y tú entonces has cumplido tus amenazas pronunciadas por medio de tus siervos los profetas; esto es, que los huesos de nuestros reyes y de nuestros padres serían sacados de sus sepulcros. (Baruc 2, 24)

  • Copia de la carta que mandó Jeremías a los que iban a ser deportados a Babilonia por el rey de los babilonios, para informarles de lo que Dios le había encomendado. (Baruc 6, 0)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina