Encontrados 145 resultados para: Joven

  • Fui joven y ya soy viejo; y nunca vi al justo abandonado ni a sus hijos pidiendo limosna. (Salmos 37, 25)

  • un fuego devoró a la gente joven, no hubo canción nupcial para los novios; (Salmos 78, 63)

  • ¿Cómo un joven podrá tener una conducta pura? Guardando tu palabra. (Salmos 119, 9)

  • El joven esposo entonó lamentaciones, y la joven esposa se angustió en el tálamo nupcial. (I Macabeos 1, 27)

  • Judas Macabeo, valiente desde joven, será el jefe de vuestro ejército y quien dirija la guerra contra los gentiles. (I Macabeos 2, 66)

  • El joven Antíoco escribió a Jonatán: "Te confirmo en el sumo sacerdocio, te nombro gobernador de los cuatro distritos y quiero contarte entre los amigos del rey". (I Macabeos 11, 57)

  • Trifón se comportó pérfidamente con el joven rey Antíoco y lo mató. (I Macabeos 13, 31)

  • El rey y cuantos estaban con él se maravillaron del ánimo y valor del joven, que así despreciaba los tormentos. (II Macabeos 7, 12)

  • Antíoco sospechaba que lo despreciaba, y pensó que también lo recriminaba. Pero, con todo, al más joven, que quedaba todavía, no solamente le exhortaba con palabras, sino que le prometía con juramento enriquecerlo de una vez y hacerle el más feliz, y, una vez que hubiera renegado de su religión y abandonado las leyes patrias, tenerle como amigo, proveerle de todo lo necesario y darle un cargo de gobierno. (II Macabeos 7, 24)

  • Veo a todos los vivientes que caminan bajo el sol irse con el joven, el que le sucederá en su puesto. (Eclesiastés 4, 15)

  • Goza, joven, de tu mocedad, y que tu corazón disfrute en los días de tu juventud. Sigue los caminos de tu corazón y los deseos de tus ojos. Pero sabe que de todo esto Dios te pedirá cuentas. (Eclesiastés 11, 9)

  • Mientras sopla la brisa del día y las sombras se desvanecen, vuelve, amor mío; sé como la gacela o el joven cervatillo en los montes perfumados. (Cantar 2, 17)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina