Encontrados 151 resultados para: Lengua

  • Flauta y salterio hacen agradable melodía; pero más que ambos, una lengua afable. (Eclesiástico 40, 21)

  • porque tú fuiste mi protector y mi apoyo, libraste mi cuerpo de la destrucción y del lazo de la lengua malvada, de labios que maquinan la falsedad, has sido mi apoyo delante de los que me rodeaban y me libraste, (Eclesiástico 51, 2)

  • del seno profundo del sepulcro, de la lengua impura, de palabra mentirosa, (Eclesiástico 51, 5)

  • calumnia de una lengua injusta contra el rey. Mi alma ha estado al borde de la muerte, mi vida había descendido casi al sepulcro. (Eclesiástico 51, 6)

  • El Señor me dio por recompensa una lengua, con la que le daré gracias. (Eclesiástico 51, 22)

  • Como la lengua de la llama devora el rastrojo y como el heno es consumido por el fuego, así su raíz se pudrirá y su flor será aventada como polvo, por rechazar la ley del Señor todopoderoso y despreciar la palabra del Santo de Israel. (Isaías 5, 24)

  • Aquel día habrá cinco ciudades en la tierra de Egipto que hablarán la lengua de Canaán y jurarán por el Señor todopoderoso. Una de ellas se llamará Ciudad del Sol. (Isaías 19, 18)

  • Mirad, el nombre del Señor viene de lejos, abrasa su cólera, oprime la nube de su humo. Sus labios rebosan de furor, y su lengua es un fuego que devora. (Isaías 30, 27)

  • el corazón de los necios entrará en razón, y la lengua de los tartamudos hablará con soltura. (Isaías 32, 4)

  • Al pueblo insolente no le verás más; al pueblo de lengua oscura, incomprensible, de lenguaje impenetrable, ininteligible. (Isaías 33, 19)

  • Saltará el cojo como un ciervo, la lengua del mudo gritará de júbilo, porque en el desierto brotarán corrientes de agua, y torrentes en la estepa; (Isaías 35, 6)

  • Los humillados y los pobres buscan agua y no la hay; su lengua de sed está reseca. Yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. (Isaías 41, 17)


“Padre Pio disse a um filho espiritual: Trabalhe! Ele perguntou: No que devo trabalhar, Padre? Ele respondeu: Em amar sempre mais a Jesus!” São Padre Pio de Pietrelcina