Encontrados 128 resultados para: Mandado
Los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés pasaron, armados, a la cabeza de los israelitas, como se lo había mandado Moisés. (Josué 4, 12)
Todo Israel, sus ancianos, sus funcionarios y sus jueces, estaban en pie a los dos lados del arca ante los sacerdotes y levitas que llevaban el arca de la alianza del Señor; tanto los extranjeros como los ciudadanos se colocaron la mitad del lado del monte Garizín y la otra mitad del lado del monte Ebal, como Moisés, siervo del Señor, había mandado, cuando bendijo por primera vez al pueblo de Israel. (Josué 8, 33)
No quedó ni una palabra de todo lo que había mandado Moisés que no fuera leída por Josué a toda la asamblea de Israel, incluyendo a las mujeres, a los niños y a los extranjeros residentes. (Josué 8, 35)
Ellos respondieron a Josué: "Tus siervos habían sido informados de cómo el Señor, tu Dios, había mandado a Moisés, su siervo, que se os diera toda la tierra y de que todos sus habitantes fueran exterminados ante vosotros. Y, temiendo por nuestras vidas, hemos hecho esto. (Josué 9, 24)
Josué conquistó toda la tierra: la montaña, el Negueb, la tierra baja y las pendientes con todos sus reyes, sin dejar ni un superviviente. Entregó al exterminio a todo ser viviente, como había mandado el Señor, Dios de Israel. (Josué 10, 40)
Josué los trató como le había mandado el Señor: desjarretó sus caballos y quemó sus carros. (Josué 11, 9)
Josué se apoderó de todas las ciudades de estos reyes, y a todos los pasó a filo de espada, consagrándolos al exterminio, como había mandado Moisés, siervo del Señor. (Josué 11, 12)
y les dijo: "Habéis cumplido todo lo que os ha mandado Moisés, siervo del Señor, y habéis obedecido mi palabra en todo lo que os he mandado. (Josué 22, 2)
que no beba vino ni ningún otro producto de la uva, ni otras bebidas alcohólicas, y que no coma nada impuro. Que haga todo lo que le he mandado". (Jueces 13, 14)
¿por qué profanáis los sacrificios y las ofrendas que yo he mandado, y tienes en mayor estima a tus hijos que a mí, tomando para vosotros lo mejor de las ofrendas de mi pueblo Israel? (I Samuel 2, 29)
Pero ahora tu realeza no durará; el Señor se ha buscado un hombre según su corazón y le ha destinado para rey de su pueblo, porque tú no has observado lo que el Señor te ha mandado". (I Samuel 13, 14)
Samuel hizo lo que el Señor le había mandado. Cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron temblando a su encuentro y le dijeron: "¿Traes la paz?". (I Samuel 16, 4)