Encontrados 182 resultados para: Sión

  • Sí, vendrá un día en que los centinelas gritarán en la montaña de Efraín: "¡Levantaos, subamos a Sión, hacia el Señor, nuestro Dios!". (Jeremías 31, 6)

  • Y vendrán cantando de alegría a la altura de Sión, volverán a gozar de los bienes del Señor: el trigo, el vino y el aceite, las ovejas y los bueyes. Su alma será un huerto bien regado y no volverán ya a languidecer. (Jeremías 31, 12)

  • Preguntarán por el camino hacia Sión y hacia allí dirigirán su rostro: "¡Venid, unámonos al Señor con una alianza eterna, que no se olvide más!". (Jeremías 50, 5)

  • ¿Oís? Fugitivos y escapados del país de Babilonia vienen a anunciar en Sión la venganza del Señor, nuestro Dios. (Jeremías 50, 28)

  • El Señor ha hecho resplandecer nuestra justicia; venid, cantemos en Sión la obra del Señor, nuestro Dios. (Jeremías 51, 10)

  • Pero a vuestros propios ojos yo haré pagar a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea todo el mal que han hecho a Sión -dice el Señor-. (Jeremías 51, 24)

  • "¡Caigan sobre Babilonia mis ultrajes y mis penas!" dice el pueblo de Sión. "¡Sobre los habitantes de Caldea mi sangre!", exclama Jerusalén. (Jeremías 51, 35)

  • Los caminos de Sión están en duelo, pues nadie ya viene a sus fiestas; todas sus puertas asoladas, gimiendo sus sacerdotes, sus doncellas en pena, toda, ay, repleta de amargura. (Lamentaciones 1, 4)

  • Ha desaparecido de Sión todo su esplendor; sus jefes parecían ciervos que no encuentran pasto: iban caminando sin fuerzas delante del perseguidor. (Lamentaciones 1, 6)

  • Sión alarga sus manos, mas no hay quien la consuele. El Señor ha suscitado contra Jacob por todas partes enemigos; Jerusalén se ha convertido en objeto de horror entre los pueblos. (Lamentaciones 1, 17)

  • ¡Ay, cómo el Señor en su ira ha cubierto de sombras a la hija de Sión! Ha precipitado del cielo a la tierra la gloria de Israel: ¡No quiere acordarse del estrado de sus pies, en el día de su ira! (Lamentaciones 2, 1)

  • Ha tensado su arco, cual si fuese enemigo, ha reforzado su diestra, como un adversario ha destrozado todo lo que era agradable a la vista; sobre las tiendas de Sión ha derramado su furor como fuego. (Lamentaciones 2, 4)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina