Encontrados 400 resultados para: derrota de los enemigos

  • yo me portaré con vosotros de la misma manera; haré venir sobre vosotros el espanto, epidemia y fiebre, enfermedades de los ojos y agotamiento de la vida. Sembraréis en vano, pues los enemigos comerán el fruto de vuestras semillas. (Levítico 26, 16)

  • Me volveré contra vosotros, y seréis vencidos por vuestros enemigos; éstos os dominarán, y huiréis aunque nadie os persiga. (Levítico 26, 17)

  • Yo mismo arrasaré la tierra, y hasta vuestros enemigos se quedarán estupefactos cuando vengan a habitarla. (Levítico 26, 32)

  • Entonces la tierra disfrutará de sus descansos sabáticos mientras dure su desolación y vosotros estéis en tierra de vuestros enemigos. Entonces podrá la tierra descansar y recuperar sus sábados. (Levítico 26, 34)

  • A vuestros supervivientes les infundiré tal espanto en sus corazones cuando se encuentren en la tierra de sus enemigos, que el movimiento de una hoja los espantará, los hará huir, como se huye delante de la espada, y caerán sin que nadie los persiga. (Levítico 26, 36)

  • Tropezarán y caerán unos sobre otros, como cuando se huye delante de la espada, sin que sean en realidad perseguidos. No podréis resistir ante vuestros enemigos, (Levítico 26, 37)

  • pereceréis entre las naciones y el país de vuestros enemigos acabará con vosotros. (Levítico 26, 38)

  • A pesar de todo, cuando estén en la tierra de sus enemigos, yo no los rechazaré ni los aborreceré hasta el punto de aniquilarlos y romper mi alianza con ellos, porque yo soy el Señor, su Dios. (Levítico 26, 44)

  • Cuando un enemigo os ataque en vuestro propio terreno y tengáis que salir a la guerra, las trompetas darán toques vibrantes: el Señor se acordará de vosotros y os veréis libres de vuestros enemigos. (Números 10, 9)

  • Cuando el arca se ponía en marcha, Moisés decía: "¡Levántate, Señor, y sean dispersados tus enemigos; huyan ante ti los que te odian!". (Números 10, 35)

  • No subáis, pues el Señor no os acompaña y seríais derrotados por vuestros enemigos. (Números 14, 42)

  • Balac dijo a Balaán: "¿Qué me has hecho? ¡Te había llamado para maldecir a mis enemigos, y los has bendecido!". (Números 23, 11)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina