Encontrados 400 resultados para: derrota de los enemigos

  • Los filisteos se lanzaron al ataque y derrotaron a los israelitas, que huyeron a la desbandada. Fue una gran derrota. Cayeron treinta mil hombres de la infantería israelita, (I Samuel 4, 10)

  • El mensajero contestó: "Israel ha huido ante los filisteos; ha sido una gran derrota; murieron también tus dos hijos, Jofní y Fineés, y el arca de Dios fue capturada". (I Samuel 4, 17)

  • Entonces Samuel tomó la redoma del aceite, la derramó sobre su cabeza, le besó y dijo: "¿No es el Señor quien te ha ungido como jefe de su pueblo, Israel? Tú regirás al pueblo del Señor y lo librarás de los enemigos que le rodean. Ésta es la señal de que el Señor te ha ungido como jefe de su heredad: (I Samuel 10, 1)

  • Ellos clamaron al Señor: Hemos pecado, porque hemos abandonado al Señor y hemos servido a los baales y astartés; sálvanos del poder de nuestros enemigos y te serviremos. (I Samuel 12, 10)

  • El Señor mandó a Yerubaal, a Barac, Jefté y Samuel, y os libró de la mano de vuestros vecinos enemigos, y habéis podido vivir seguros. (I Samuel 12, 11)

  • Los israelitas estaban agotados. Entonces Saúl hizo prestar al pueblo este juramento: "Maldito el hombre que tome alimento antes de la tarde, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos". Y nadie comió nada. (I Samuel 14, 24)

  • Seguro que si el pueblo hubiese comido hoy del botín que encontró entre sus enemigos, la derrota de los filisteos hubiese sido mayor". (I Samuel 14, 30)

  • Una vez que Saúl tomó posesión del reino de Israel, hizo la guerra a todos sus enemigos de alrededor: Moab, los amonitas, Edón, el rey de Sobá y los filisteos. Y siempre salía victorioso. (I Samuel 14, 47)

  • Saúl repuso: "Decid a David: El rey no quiere dote, sino cien prepucios de filisteos para venganza de los enemigos del rey". Saúl tramaba hacer caer a David en manos de los filisteos. (I Samuel 18, 25)

  • Cuando comenzó de nuevo la guerra, David salió a campaña contra los filisteos; les infligió una gran derrota y se dieron a la fuga. (I Samuel 19, 8)

  • no retires jamás de mi casa tu bondad; y cuando el Señor haya borrado de la tierra a todos los enemigos de David, (I Samuel 20, 15)

  • que el nombre de Jonatán subsista gracias a la casa de David, y que el Señor vengue a David de sus enemigos". (I Samuel 20, 16)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina