Encontrados 472 resultados para: fiesta de los judíos

  • Así los dirigentes judíos continuaron las obras con éxito, confortados por la palabra inspirada de los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Idó. Y llevaron a feliz término la reconstrucción, en conformidad con el mandato del Dios de Israel y con la orden de Ciro, de Darío y de Artajerjes, reyes de Persia. (Esdras 6, 14)

  • Celebraron con júbilo la fiesta de los panes sin levadura durante siete días, porque el Señor les había llenado de alegría al mover el corazón del rey de Asiria para ayudarles en las obras del templo de Dios, el Dios de Israel. (Esdras 6, 22)

  • Jananí, uno de mis hermanos, llegó con algunos hombres de Judá. Yo le pregunté por los judíos, los supervivientes salvados del destierro, y por Jerusalén. (Nehemías 1, 2)

  • sin que los prefectos supieran dónde había ido ni qué había hecho; pues hasta entonces no había comunicado nada a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a los prefectos, ni a los otros responsables. (Nehemías 2, 16)

  • Cuando Sambalat se enteró de que estábamos reconstruyendo la muralla, ardió en cólera, y lleno de rabia se burlaba de los judíos, (Nehemías 3, 33)

  • diciendo en presencia de sus hermanos y de los magnates de Samaría: "¿Qué es lo que pretenden hacer esos miserables judíos? ¿Se les deberá dejar? ¿Llegarán a ofrecer sacrificios? ¿Acabarán algún día? ¿Harán revivir estas piedras calcinadas de entre los montones de escombros?". (Nehemías 3, 34)

  • Sin embargo, los judíos comenzaron a decir: "¡Empiezan a flaquear las fuerzas de los cargadores; son demasiados los escombros y no vamos a poder concluir la muralla!". (Nehemías 4, 4)

  • Pero los judíos que vivían entre ellos vinieron una y otra vez a prevenirnos por qué sitios vendrían los enemigos a atacarnos. (Nehemías 4, 6)

  • Pero desde aquel día sólo la mitad de mis hombres trabajaban en la obra; la otra mitad empuñaba las lanzas, los escudos, las flechas y las lorigas, y los jefes estaban detrás de todos los judíos (Nehemías 4, 10)

  • Las gentes del pueblo y sus mujeres protestaron contra sus hermanos judíos. (Nehemías 5, 1)

  • y les dije: "Nosotros hemos rescatado, según nuestras posibilidades, a nuestros hermanos judíos, que habían sido vendidos a los paganos. ¡Y ahora sois vosotros los que obligáis a vender a vuestros hermanos para que nosotros los rescatemos!". Se quedaron mudos, sin saber qué responder. (Nehemías 5, 8)

  • A mi mesa se sentaban los judíos y los prefectos, ciento cincuenta hombres, aparte de los que venían de los pueblos limítrofes. (Nehemías 5, 17)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina