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  • Josué se atuvo exactamente a las órdenes que le había dado Moisés -el servidor del Señor- órdenes que este, a su vez, había recibido del Señor. Y al ejecutarlas, no descuidó nada de lo que el Señor había ordenado a Moisés. (Josué 11, 15)

  • o sea, desde el Sijor, que está sobre la frontera de Egipto, hasta el límite de Ecrón por el norte. Esta región se considera como perteneciente a los cananeos. Allí están los cinco príncipes de los filisteos -el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón- y también los avitas, (Josué 13, 3)

  • y todas las ciudades de Sijón -el rey de los amorreos que había reinado en Jesbón- hasta la frontera de los amonitas. (Josué 13, 10)

  • se diluyeron las montañas, delante del Señor -el del Sinaí- delante del Señor, el Dios de Israel. (Jueces 5, 5)

  • las navetas, los cuchillos, los aspersorios, las tazas y los incensarios de oro fino; los goznes de oro para las puertas del recinto interior -el Santo de los santos- y para las puertas de la nave central. (I Reyes 7, 50)

  • Todos los hombres de Israel se reunieron junto al rey Salomón en el mes de Etaním -el séptimo mes- durante la Fiesta. (I Reyes 8, 2)

  • Los sacerdotes introdujeron el Arca de la Alianza en su sitio, en el lugar santísimo de la Casa -el Santo de los santos- bajo las alas de los querubines. (I Reyes 8, 6)

  • Joás dijo a los sacerdotes: "Todo el dinero que se aporte a la Casa del Señor como ofrenda consagrada -el dinero en moneda corriente, los aranceles personales según los recursos de cada uno, y todo el dinero que aporte cada uno a la Casa del Señor por propia voluntad- (II Reyes 12, 5)

  • Los sacerdotes introdujeron el Arca de la Alianza del Señor en su sitio, en el lugar santísimo de la Casa -el Santo de los santos- bajo las alas de los querubines. (II Crónicas 5, 7)

  • llegó Jananí, uno de mis hermanos, con algunos hombres de Judá. Yo les pregunté por los judíos -el resto que había sobrevivido al cautiverio- y por Jerusalén. (Nehemías 1, 2)

  • Luego ofreció un gran banquete a todos sus oficiales y servidores -el banquete de Ester- y además concedió franquicias a todas las provincias y otorgó regalos con la liberalidad digna de un rey. (Ester 2, 18)

  • tembló la tierra y el cielo dejó caer su lluvia, Pausa delante del Señor -el del Sinaí- delante del Señor, el Dios de Israel. (Salmos 68, 9)


“Leve Deus aos doente; valera’ mais do que qualquer tratamento!” São Padre Pio de Pietrelcina