Gefunden 196 Ergebnisse für: Judas Macabeo

  • Judas envió a los sitiados todo lo que necesitaban, (II Macabeos 13, 20)

  • El rey volvió a tratar con los habitantes de Betsur, hizo las paces con ellos y se retiró. Luego atacó a las tropas de Judas, pero fue derrotado. (II Macabeos 13, 22)

  • El rey prestó una buena acogida al Macabeo y dejó a Hegemónidas como gobernador desde Tolemaida hasta la región de los guerraínos. (II Macabeos 13, 24)

  • Al cabo de tres años, Judas y sus hombres recibieron la noticia de que Demetrio, el hijo de Seleuco, había atracado en el puerto de Trípoli con un poderoso ejército y una flota, (II Macabeos 14, 1)

  • "Los judíos llamados asideos, capitaneados por Judas Macabeo, fomentan la guerra y las sediciones, y no dejan que el reino viva en paz. (II Macabeos 14, 6)

  • Ciertamente, mientras Judas viva, es imposible que el Estado goce de paz". (II Macabeos 14, 10)

  • Apenas Álcimo pronunció estas palabras, los demás Amigos del rey que eran hostiles a Judas, se apresuraron a incitar aún más a Demetrio. (II Macabeos 14, 11)

  • con la orden de matar a Judas y dispersar a sus partidarios, restableciendo a Álcimo como Sumo Sacerdote del Templo más excelso. (II Macabeos 14, 13)

  • Los paganos que habían huido de Judea por temor a Judas, se unieron en masa a Nicanor, pensando que los infortunios y las derrotas de los judíos serían sus propias victorias. (II Macabeos 14, 14)

  • Simón, el hermano de Judas, había entrado en combate con Nicanor, pero sufrió un ligero revés a causa del ataque sorpresivo de los enemigos. (II Macabeos 14, 17)

  • Nicanor, enterado de la audacia de los hombres de Judas y del valor con que defendían a su patria, temió definir la situación de una manera sangrienta. (II Macabeos 14, 18)

  • Judas distribuyó algunos hombres armados en puntos estratégicos, por si se producía inesperadamente algún ataque a traición por parte de los enemigos. Sin embargo, la entrevista se realizó normalmente. (II Macabeos 14, 22)


“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina