Gefunden 68 Ergebnisse für: Nombres

  • Estos son los nombres de las personas que envió Moisés a explorar el país. Y a Oseas, hijo de Nun, Moisés lo llamó Josué. (Números 13, 16)

  • Los nombres de estas fueron Majlá, Noá, Joglá, Milcá y Tirsá. Estos eran los clanes de Manasés, según el censo: 52.700 hombres. (Números 26, 34)

  • Nebo, Baal Meón -algunos nombres fueron cambiados- y Sibmá: ellos pusieron sus propios nombres a las ciudades reedificadas. (Números 32, 38)

  • Los nombres de esas personas son los siguientes: Por la tribu de Judá, Caleb, hijo de Iefuné; (Números 34, 19)

  • Él pondrá a sus reyes en tus manos, y tu harás desaparecer sus nombres de la tierra. Ninguno te podrá resistir, hasta que los extermines por completo. (Deuteronomio 7, 24)

  • Derriben sus altares, rompan sus piedras conmemorativas, prendan fuego a sus postes sagrados, destruyan las imágenes de sus ídolos y borren hasta sus nombres de aquel lugar. (Deuteronomio 12, 3)

  • Entonces detuvo a un joven de Sucot, lo interrogó, y él le dio por escrito los nombres de los jefes y los ancianos de Sucot. Eran setenta y siete hombres. (Jueces 8, 14)

  • Estos son los nombres de los hijos que tuvo en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón, (II Samuel 5, 14)

  • Estos son los nombres de los Guerreros de David: Isbaal, el jacmonita, jefe de los Tres. Él empuñó su lanza contra ochocientos hombres y los mató de una sola vez. (II Samuel 23, 8)

  • Sus nombres eran estos: el hijo de Jur, en la montaña de Efraím; (I Reyes 4, 8)

  • todos estos que han sido mencionados por sus nombres, fueron jefes en sus clanes, y sus familias se multiplicaron considerablemente. (I Crónicas 4, 38)

  • Los que fueron mencionados por sus nombres, llegaron en tiempos de Ezequías, rey de Judá, y destruyeron los campamentos de los descendientes de Cam y los refugios que allí se encontraban, consagrándolos al exterminio total hasta el día de hoy. Allí se establecieron en lugar de ellos, porque había pasto para sus ganados. (I Crónicas 4, 41)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina