Gefunden 419 Ergebnisse für: comida en el desierto

  • "Entonces sírveme, continuó diciendo Isaac, y déjame comer lo que has cazado, para que pueda darte mi bendición". Jacob le acercó la comida, y su padre la comió; también le sirvió vino, y lo bebió. (Génesis 27, 25)

  • Él también preparó una comida apetitosa y la presentó a su padre, diciendo: "Levántate, padre, y come la presa que tu hijo ha cazado. Así podrás bendecirme". (Génesis 27, 31)

  • Los hijos de Sibeón: Aiá y Aná. Este es el mismo Aná que encontró las aguas termales en el desierto, mientras apacentaba los rebaños de su padre Sibeón. (Génesis 36, 24)

  • Y agregó: "No derramen sangre. Arrójenlo en esa cisterna que está allá afuera, en el desierto, pero no pongan sus manos sobre él". En realidad, su intención era librarlo de sus manos y devolverlo a su padre sano y salvo. (Génesis 37, 22)

  • Y cuando se agotaron los víveres que habían traído de Egipto, su padre les dijo: "Regresen a Egipto a comprarnos un poco de comida". (Génesis 43, 2)

  • Si tú dejas partir a nuestro hermano con nosotros, bajaremos a comprarte comida; (Génesis 43, 4)

  • Después se lavó la cara, volvió y, tratando de dominarse, ordenó que sirvieran la comida. (Génesis 43, 31)

  • Pero ¿por qué tendremos que morir ante tus propios ojos, nosotros y nuestras tierras? Aduéñate de nosotros y de nuestras tierras a cambio de pan. Así el Faraón será dueño de nosotros y de nuestras tierras. Danos solamente semilla para que podamos sobrevivir. De lo contrario, nosotros moriremos, y el suelo se convertirá en un desierto". (Génesis 47, 19)

  • Moisés, que apacentaba las ovejas de su suegro Jetró, el sacerdote de Madián, llevó una vez el rebaño más allá del desierto y llegó a la montaña de Dios, al Horeb. (Exodo 3, 1)

  • Ellos te escucharán, y tú irás a presentarte ante el rey de Egipto, junto con los ancianos de Israel. Entonces le dirás: ‘El Señor, el Dios de los hebreos, vino a nuestro encuentro. Y ahora tenemos que realizar una marcha de tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios’. (Exodo 3, 18)

  • Mientras tanto, el Señor había dicho a Aarón: "Ve al desierto para encontrarte con Moisés". Aarón partió, y cuando lo encontró en la montaña de Dios, lo besó. (Exodo 4, 27)

  • Inmediatamente, Moisés y Aarón fueron a decir al Faraón: "Así habla el Señor, el Dios de Israel: Deja partir a mi pueblo, para que celebre en el desierto una fiesta en mi honor". (Exodo 5, 1)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina