Gefunden 419 Ergebnisse für: comida en el desierto

  • Al cabo de cuarenta años se le apareció un ángel en el desierto del monteSinaí, en la llama de una zarza ardiente. (Hechos 7, 30)

  • Él los liberó, obrando milagros y signos en Egipto, en el Mar Rojo y en el desierto, durante cuarenta años. (Hechos 7, 36)

  • Y cuando el pueblo estaba congregadoen el desierto, él hizo de intermediario en el monte Sinaí, entre el ángel que le habló y nuestros padres, y recibió las palabras de vida que luego nos comunicó. (Hechos 7, 38)

  • Pero Dios se apartó de ellos y los entregó al culto de los astros, como está escrito en el libro de los Profetas: Israelitas, ¿acaso ustedes me ofrecieron víctimas y sacrificios durante los cuarenta años que estuvieron en el desierto? (Hechos 7, 42)

  • En el desierto, nuestros padres tenían la Morada del Testimonio. Así lo había dipuesto Dios, cuando ordenó a Moisés que la hiciera conforme al modeloque había visto. (Hechos 7, 44)

  • El Ángel del Señor dijo a Felipe: «Levántate y ve hacia el sur, por el camino que baja de Jerusalén a Gaza: es un camino desierto». (Hechos 8, 26)

  • Como sintió hambre, pidió de comer. Mientras le preparaban la comida, cayó en éxtasis y tuvo una visión: (Hechos 10, 10)

  • y los cuidó durante cuarenta años en el desierto. (Hechos 13, 18)

  • Entonces, ¿no eres el egipcio que hace unos días provocó un motín y llevó al desierto a cuatro mil terroristas?». (Hechos 21, 38)

  • Como en pleno día, procedamos dignamente: basta de excesos en la comida y en la bebida, basta de lujuria y libertinaje, no más peleas ni envidias. (Romanos 13, 13)

  • Después de todo, el Reino de Dios no es cuestión de comida o de bebida, sino de justicia, de paz y de gozo en el Espíritu Santo. (Romanos 14, 17)

  • También todos comieron la misma comida y bebieron la misma bebida espiritual. (I Corintios 10, 3)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina