Gefunden 380 Ergebnisse für: siete truenos

  • Durante los siete días, el pan fermentado y la levadura no se verán en todo tu territorio. (Exodo 13, 7)

  • Al amanecer del tercer día, hubo truenos y relámpagos, una densa nube cubrió la montaña y se oyó un fuerte sonido de trompeta. Todo el pueblo que estaba en el campamento se estremeció de temor. (Exodo 19, 16)

  • Al percibir los truenos, los relámpagos y el sonido de la trompeta, y al ver la montaña humeante, todo el pueblo se estremeció de temor y se mantuvo alejado. (Exodo 20, 18)

  • Lo mismo deberás hacer con tu ganado mayor y tu ganado menor: el primogénito estará siete días con su madre, y al octavo día me lo darás. (Exodo 22, 29)

  • Celebrarás la fiesta de los Ácimos. Durante siete días comerás pan sin levadura, como te lo he mandado, en el tiempo señalado del mes de Abib, porque en ese mes saliste de Egipto. Y nadie se presentará ante mí con las manos vacías. (Exodo 23, 15)

  • Después harás siete lámparas y las dispondrás de manera que envíen la luz hacia adelante. (Exodo 25, 37)

  • Las cortinas colocadas a un lado de la entrada medirán siete metros y medio de longitud, y allí habrá tres columnas y tres bases. (Exodo 27, 14)

  • Y el hijo que lo suceda como sacerdote, cuando entre en la Carpa del Encuentro para el culto del Santuario, las vestirá durante siete días. (Exodo 29, 30)

  • Esto es lo que harás con Aarón y sus hijos, conforme a todo lo que yo te he ordenado. La ceremonia de su investidura durará siete días. (Exodo 29, 35)

  • Durante siete días harás la expiación por el altar y lo consagrarás. Así el altar será algo santísimo, y todo aquello que lo toque quedará consagrado. (Exodo 29, 37)

  • quinientos siclos de casia -todo esto en siclos del Santuario- y siete litros de aceite de oliva; (Exodo 30, 24)

  • Observarás la fiesta de los Ácimos. Durante siete días comerás panes ácimos, como yo te lo he mandado; y lo harás en el tiempo señalado del mes de Abib, porque en ese mes saliste de Egipto. (Exodo 34, 18)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina