Gefunden 219 Ergebnisse für: cuatro jinetes

  • Su circunferencia tenía gran altura, era imponente, y la circunferencia de las cuatro estaba llena de destellos todo alrededor. (Ezequiel 1, 18)

  • Hijo de hombre, di: Así dice el Señor Yahveh a la tierra de Israel: ¡El fin! Llega el fin sobre los cuatro extremos de esta tierra. (Ezequiel 7, 2)

  • Miré: había cuatro ruedas al lado de los querubines, cada rueda junto a cada querubín, y el aspecto de las ruedas era como el destello del crisólito. (Ezequiel 10, 9)

  • Las cuatro parecían tener la misma forma, como si una rueda estuviese dentro de la otra. (Ezequiel 10, 10)

  • En su marcha, avanzaban en las cuatro direcciones; no se volvían en su marcha; seguían, en efecto, la dirección del lado adonde miraba la cabeza, y no se volvían en su marcha. (Ezequiel 10, 11)

  • Y todo su cuerpo, su espalda, sus manos y sus alas, así como las ruedas, estaban llenos de destellos todo alrededor; sus ruedas, las de los cuatro. (Ezequiel 10, 12)

  • Y cada uno tenía cuatro caras: la primera era la cara del querubín, la segunda una cara de hombre, la tercera una cara de león y la cuarta una cara de águila. (Ezequiel 10, 14)

  • Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas, y bajo sus alas formas de manos humanas. (Ezequiel 10, 21)

  • Pues así dice el Señor Yahveh: Aun cuando yo mande contra Jerusalén mis cuatro terribles azotes: espada, hambre, bestias feroces y peste, para extirpar de ella hombres y bestias, (Ezequiel 14, 21)

  • Pues así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo traigo contra Tiro, por el norte, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, carros y jinetes y gran número de tropas. (Ezequiel 26, 7)

  • El me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre. Dirás al espíritu: Así dice el Señor Yahveh: Ven, espíritu, de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que vivan.» (Ezequiel 37, 9)

  • Cuatro mesas a un lado y cuatro mesas al otro lado del pórtico, o sea ocho mesas sobre las que se hacía la inmolación. (Ezequiel 40, 41)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina