Gefunden 219 Ergebnisse für: cuatro jinetes

  • Además cuatro mesas para el holocausto, de piedra de sillería, de codo y medio de largo, codo y medio de ancho y un codo de alto, sobre las cuales se colocaban los instrumentos con los que se inmolaba el holocausto y el sacrificio. (Ezequiel 40, 42)

  • Midió el muro de la Casa: seis codos; y la anchura de la parte lateral: cuatro codos, todo alrededor de la Casa. (Ezequiel 41, 5)

  • Midió por fin por los cuatro lados el muro que lo cercaba, todo alrededor: longitud, quinientos; anchura, quinientos; para separar lo sagrado de lo profano. (Ezequiel 42, 20)

  • desde la cavidad del suelo hasta el zócalo inferior, dos codos por un codo de ancho; desde el zócalo pequeño hasta el grande, cuatro codos por un codo de ancho. (Ezequiel 43, 14)

  • El fóculo tenía cuatro codos, y por encima del fóculo había cuatro cuernos. (Ezequiel 43, 15)

  • El fóculo medía doce codos de largo por doce codos de ancho: era cuadrado por sus cuatro lados. (Ezequiel 43, 16)

  • Tomarás su sangre, y rociarás los cuatro cuernos, los cuatro ángulos del zócalo y el reborde todo alrededor. Así quitarás el pecado y harás expiación por él. (Ezequiel 43, 20)

  • El sacerdote tomará la sangre de la víctima por el pecado y la pondrá en las jambas del pórtico de la Casa, en los cuatro ángulos del zócalo del altar, y en las jambas de los pórticos del atrio interior. (Ezequiel 45, 19)

  • Me sacó luego al atrio exterior y me hizo pasar junto a los cuatro ángulos del atrio; en cada uno de los ángulos del atrio había un patio: (Ezequiel 46, 21)

  • esto es, en los cuatro ángulos del atrio, cuatro pequeños patios de cuarenta codos de longitud y treinta de anchura, los cuatro de las mismas dimensiones. (Ezequiel 46, 22)

  • Una tapia cercaba los cuatro, y en la parte baja de la tapia había levantados unos fogones, todo alrededor. (Ezequiel 46, 23)

  • Y estas serán sus dimensiones: por el lado norte, cuatro mil quinientos codos; por el lado sur, cuatro mil quinientos codos; por el lado este, cuatro mil quinientos codos; por el lado oeste, cuatro mil quinientos codos. (Ezequiel 48, 16)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina