3. y poseía una hacienda de siete mil ovejas, y tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas, además de una servidumbre muy numerosa. Este hombre era el más rico entre todos los Orientales.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina