Job, 27
3. mientras haya en mí un aliento de vida y el soplo de Dios esté en mis narices,
3. mientras haya en mí un aliento de vida y el soplo de Dios esté en mis narices,
“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina