17. Después pondrá un poco del aceite que aún le queda en la mano sobre el lóbulo de la oreja derecha de la persona que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho, encima de la sangre del sacrificio de reparación.





“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina