9. Los centuriones ejecutaron exactamente todo lo que les había ordenado el sacerdote Iehoiadá. Cada uno de ellos tomó a sus hombres -los que entraban de servicio y los que eran relevados el día sábado- y se presentaron ante el sacerdote Iehoiadá.





“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina