31. Reprime a la Fiera de los juncos, al tropel de los toros y terneros: que esos pueblos se rindan a tus pies, trayendo lingotes de oro. El Señor dispersó a los pueblos guerreros;





“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina