3. Otro ángel vino y se paró delante del altar de los perfumes con un incensario de oro. Se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina