8. El año dieciocho de su reinado, con el fin de purificar el país y la Casa, mandó a Safán, hijo de Asalías, a Maasías, comandante de la ciudad, y a Joaj, hijo de Joajaz, heraldo, que reparasen la Casa de Yavé, su Dios.





“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina