Fundar 51 Resultados para: Anciano
El anciano le dijo: «La paz sea contigo, yo proveeré a todas tus necesidades, pero no pases la noche en la plaza.» (Jueces 19, 20)
Mientras se recreaban, los hombres de la ciudad, gente malvada, cercaron la casa y golpeando la puerta dijeron al anciano, dueño de la casa: «Haz salir al hombre que ha entrado en tu casa para que nos divirtamos con él.» (Jueces 19, 22)
Helí era ya muy anciano y supo todo lo que sus hijos hacían con la gente del pueblo y cómo dormían con las mujeres que velaban ante la Tienda de las Citas. (1 Samuel 2, 22)
Cuando Samuel llegó a anciano, dejó a sus hijos como jueces de Israel. (1 Samuel 8, 1)
En tiempo de Saúl era anciano, pero había enviado hombres al ejército. Sus tres hijos mayores Eliab, el primogénito, Abinadab, el segundo, y Samá, el tercero, se fueron a la guerra con Saúl. (1 Samuel 17, 13)
Ella respondió: «El que sube es un anciano envuelto en un manto.» Saúl comprendió que era Samuel, y se postró hasta tocar el suelo con su cara. (1 Samuel 28, 14)
Barzilay, el anciano galaadita de ochenta años, bajó también de Roguelim para acompañar al rey en el paso del Jordán. (2 Samuel 19, 32)
Vivía en Betel un anciano profeta. Vinieron sus hijos y le contaron cuanto había hecho aquel día el hombre de Dios y lo que había dicho al rey. (1 Reyes 13, 11)
Así que montó en el burro y partió tras el hombre de Dios, al que encontró sentado bajo un árbol. El anciano profeta le preguntó: «¿Eres tú el hombre de Dios que ha venido de Judá? (1 Reyes 13, 14)
Pero el anciano replicó, mintiéndole: «También yo soy profeta como tú, y por orden de Yavé un ángel me ha dicho: Hazlo volver contigo para que coma y beba agua.» (1 Reyes 13, 18)
Cuando estaban sentados a la mesa una palabra de Yavé llegó al profeta anciano, (1 Reyes 13, 20)
Cuando se levantaron de la mesa, el anciano le preparó un burro y partió el que había venido de Judá. (1 Reyes 13, 23)