Fundar 51 Resultados para: Anciano

  • No tengas vergüenza de reprender a un imbécil o a un tonto, y al anciano decrépito que ha vuelto a la infancia. Entonces demostrarás que verdaderamente eres educado, y todos te apreciarán. (Sirácides (Eclesiástico) 42, 8)

  • Las deja sin oficiales ni soldados, sin juez ni profeta; sin adivino ni anciano, (Isaías 3, 2)

  • La cabeza son el anciano y el noble; la cola es el profeta de mentira (Isaías 9, 16)

  • Me había enojado con mi pueblo y había rechazado a los míos. Los había entregado a tus manos, pero tú no tuviste compasión y, sobre el anciano, hiciste caer tu yugo aplastante. (Isaías 47, 6)

  • «¡Pero yo estoy lleno de la ira de Yavé y no la aguanto más! » «Derrámala entonces sobre los niños de la calle y sobre los grupos de muchachos. Les va a llegar a todos, al marido y a la mujer, al anciano y al hombre lleno de vida. (Jeremías 6, 11)

  • No respetaron al anciano ni tuvieron piedad de los niños; se llevaron al hijo único de la viuda, le quitaron sus hijas y la dejaron sola. (Baruc 4, 16)

  • Estaba observando y vi lo siguiente: Pusieron unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve; su pelo, albo como la lana blanqueada. Su trono era de llamas de fuego con ruedas de fuego ardiente. (Daniel 7, 9)

  • Seguí contemplando la visión nocturna EEn las nubes del cielo venía uno como hijo de hombre. Se dirigió hacia el Anciano y fue llevado a su presencia (Daniel 7, 13)

  • hasta que vino el Anciano a hacer justicia a los santos del Altísimo, y llegó el tiempo en que los santos tomaron posesión del reino (Daniel 7, 22)

  • No reprendas con dureza al anciano; al contrario, aconséjalo como si fuera tu padre; trata a los jóvenes como a hermanos; (1º Carta a Timoteo 5, 1)

  • prefiero pedírtelo por amor. El rogante es Pablo, ya anciano, y ahora preso por Cristo Jesús, (Carta a Filemon 1, 9)

  • Ahora me dirijo a sus Ancianos, dado que yo también soy anciano, y testigo de los sufrimientos de Cristo, y espero ser partícipe de la gloria que ha de manifestarse. (1º Carta de Pedro 5, 1)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina